10 oct 2015

5 oct 2015

Día Mundial del Hábitat y del Arquitecto



© David Hockney


El primer lunes del mes de octubre es el día elegido para celebrar el Día Mundial del Hábitat que, desde 1996, coincide con el Día del Arquitecto.

La unión de ambas celebraciones, por disposición de la UIA, responde a una nueva realidad que nace de la transformación que fueron sintiendo las ciudades. 

Ban Ki-moon, Secretario General de Naciones Unidas, comparte sobre el Día del Hábitat una visión que refleja la relación con la arquitectura: “La disponibilidad de espacios públicos de buena calidad anima a las personas a comunicarse y colaborar entre sí, y a participar en la vida pública. Los espacios públicos también pueden prestar servicios básicos, mejorar la conectividad, generar actividades económicas y elevar el valor de la propiedad, generando al mismo tiempo ingresos municipales.”

Los organismos  que promueven conciencia sobre el hábitat plantean como derechos humanos fundamentales el acceso a una vivienda y el goce del medio ambiente. A partir de esta premisa es que se proponen jornadas internacionales solidarias, de promoción y reflexión, participativas e interdisciplinarias.

No deja de llamar la atención que ante tan noble y necesaria causa, con una propuesta que trasciende fronteras dado que atiende una problemática que alcanza a todas las ciudades del mundo actual, no haya un acuerdo unánime de los países en cómo llevarlo adelante. No solo para garantizar que realmente la celebración permita un acercamiento formativo a nuevos hábitos saludables y sustentables si no que también para que todas las familias puedan enterarse y acercarse.


Los derechos se pueden defender una vez que se conocen y que se los hace propio, tomar conciencia de ellos y ser activos en su construcción cotidiana abre paso a la ampliación de los mismos. Mirar lo que sucede en el ambiente que nos contiene y en las personas que nos rodean nos obliga a no ser indiferentes, en definitiva el ser humano es un ser social.

Los objetivos de este día planteados por las Naciones Unidas son los siguientes:

  • ·          Crear conciencia sobre la necesidad de espacios y vías públicas bien diseñadas y gestionadas

  • ·          Desarrollar procesos y herramientas encaminadas a garantizar que los espacios públicos sean propicios y seguros para las mujeres y los niños, los ancianos y las personas con alguna forma de discapacidad.

  • ·         Mejorar la cohesión comunitaria y la seguridad de todos los ciudadanos a través de actividades y eventos celebrados en espacios públicos y calles.

  • ·         Contribuir a un diálogo político que se centre en la amplia gama de cuestiones relacionadas con la integración de los espacios y las vías públicas en la planificación urbana.

  • ·         Identificar la formulación de políticas y los problemas de desarrollo de la capacidad en las que el sistema de la ONU, en particular, ONU-Hábitat, puede contribuir.

  • ·         Identificar las partes interesadas en las zonas urbanas y que participan activamente en los debates que ofrecen soluciones para el desarrollo sostenible, especialmente en relación con el tema de los espacios públicos y las calles.


“Los buenos espacios públicos mejoran la cohesión de la comunidad y promueven la salud, la felicidad y el bienestar para todos los ciudadanos, así como el fomento a la inversión, el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental” explica el Director Ejecutivo de ONU Hábitat, Dr. Joan Clos.


En América Latina hay más de 140 ciudades trabajando junto a ésta agencia en busca de un desarrollo de la región que esté basada en las planificaciones urbanas sustentables, con espacios públicos de calidad que fomenten la cohesión social, la salud, el esparcimiento y bienestar, además de estimular la creatividad, el desarrollo económico y la sostenibilidad del medio ambiente.